sábado, 25 de septiembre de 2010

No, te digo que no soy paranoico, lo mío pasa por otro lado. Además... esperá, ¿por qué te interesa tanto saber esto de mí? ¿Acaso vos también estás de su lado? Ah, ya me lo imaginaba, me lo imaginaba. Pero, ¿sabés qué? ¡No me van a atrapar! ¡Vos y tu gente no pueden contra mí, no pueden!

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Anexo de la nota anterior:
No estoy discriminando a programas como Intrusos, Bendita o Este es el show. Éstos también son la misma verga,

Y la prueba de que dios no existe es...

que existe Viviana Canosa, y tiene un programa.

martes, 14 de septiembre de 2010

Aguante

Bloc Party
The Dead Weather
las demoras
Stephen King
los ojos
el día gris
la ansiedad
cantar
el cappuccino
los pochoclos
San Francisco
los ladridos de Zoe
Guitar Hero
malvaviscos, rocklets y gomitas
las facturas
sentarse
caminar
Desesperación
escribir
pensar
compartir
La Naranja Mecánica

viernes, 10 de septiembre de 2010

Guiding Light

No sé, no entiendo nada.
Nada de nada.
Y, siendo sincero, me encanta.
Me encanta toda esta locura en que se ha transformado mi vida.
Me hace sentir lleno.
Y si me sigo sintiendo como me siento ahora,
sinceramente espero que mi falta de cordura siga por mucho tiempo.
Soy feliz, gracias.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Caminaban.



Caminaban como si el mundo fuese un patio de juegos. Sus pies avanzaban por la vereda, cortaban la calle, esquivaban los charcos y pisaban las hojas marchitas obsequiadas por un julio con todas las de la ley. Sus ojos veían, pero no observaban con detenimiento el aerosol decorativo en la pared de la casa de la señora Margarita, "vieja puta" rezaba éste. Tampoco dieron cuenta de las miradas interesadas y pervertidas de las jovencitas que pasaron a su lado. Ni siquiera cuando una de las muchachas se dirigió a uno de ellos con la poética frase "eh, le gustás a mi amiga".
Ellos siguieron caminando, pero caminar no era más que una excusa para compartirse el uno al otro. Iban perdidos en una calurosa conversación: hablaban de temas de vital importancia, como quién cortó con quién o escuchaste la nueva canción de Jason Mraz.
Ambos sabían que bajo esa superficie se encontraba algo más profundo. Un vínculo especial, una relación que no se da con cualquiera y que, lamentablemente, muchos se mueren sin conocer. Entre los dos había una confianza tácita, un ardor que nada tenía que ver con lo sexual, unas ganas de estar con el otro, simplemente porque eran el uno para el otro.
Y sin hacer mención a ésto, siguieron caminando.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Mapa de la problemática

Son ellos, no tengo palabras para describir cómo me hacen sentir.
Son mi razón, mi motor y mi entretenimiento.
Son mi banda favorita en el puto mundo :)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Dar un paso

- ¿Qué pasa, muchachos?
- Discúlpenos, pero nos duele estar así.
- ¿Cuál es el problema? La verdad que no tengo nada contra ustedes.
- Lo sabemos, pero no es tan simple...
- No entiendo. Explíquenme por favor.
- Bueno, esperamos que entienda. Pero... no sabemos cómo decírselo...
- Adelante, no tengan miedo de mí.
- Está bien -se miraron entre ellos por algunos segundos, tal vez quince o veinte, no lo tenían bien en claro. Se acercaron casi a la distancia necesaria para besarse y comenzaron a hablar en voz baja, muy baja. Unos instantes después, se decidieron y comenzaron a hablar-. Esto es difícil, nos avergüenza bastante enfrentarlo a usted...
- ¿Tiene que ser un enfrentamiento? ¿acaso no puede ser una charla entre dos partes?, bueno, perdón, tres- Interrumpió.
- Sí, sí, así es. Mucho mejor.
- Vayan al grano.
- Ok, el punto es: sentimos que quedamos rezagados en relación al resto. Estamos... apartados. Y no nos gusta.
- ¿Apartados? ¿por qué dicen eso?
- Porque es lo que nos pasa. Siempre somos los "raros" del grupo. Mientras los demás están pasándola en grande, nosotros hacemos el trabajo duro, nos morimos de calor, nos salen cayos, hongos... ¡Por Dios! ¡¿Escuchó éso?! ¡HONGOS! Qué horror, qué horror, qué horror.
- Disculpen, pero es lo que le toca a cada uno.
- ¿Ah, sí? ¿Y cómo se sentiría usted si se estuviese muriendo de frío, quieto en el suelo y sin poder hacer nada más que soportar la tortura junto a un compañero? Gracias a Dios que nos tenemos el uno al otro, sino hubiera sido imposible seguir. Jefe, no lo tome como un reproche, sólo queremos que se ponga en nuestros zapatos al menos una vez. Así podrá entendernos y tal vez podamos pasarla un poco mejor. Usted, nosotros y el resto del grupo.
- Mmm... -frunció el seño en un gesto reflexivo- Está bien, me convencieron. Tienen razón, ustedes hacen mucho por mí, no sé si se llevan la peor parte, pero creo que lo que hacen es algo que no haría cualquiera, y estoy muy agradecido. A partir de ahora voy a ser más responsable y considerado con los dos, los voy a tener en cuenta, trataré de que estén siempre a gusto, porque se lo merecen. Ahora les hago una pregunta: ¿por qué esperaron tanto para decirme ésto? Quiero decir, veinte años es mucho tiempo.
- Es que siempre es difícil decirle algo importante a un superior, ¿o no? teníamos un poco de miedo.
- Chicos, saben que soy un tipo con el que se puede hablar abiertamente, no tienen porqué.
- Es verdad, y, por cierto, muchas gracias por escucharnos.
- No hay de qué, siempre es un placer satisfacer a las partes de mi cuerpo. Si no pregúntenle a... ya sabén... - instantáneamente después del chiste, los tres explotaron en risas-.
- Gracias nuevamente, jefe.
- Hasta luego, Izquierdo. Que te vaya bien, Derecho.
Así terminó la conversación, y Ezequiel se fue muy a gusto por haberse entendido con sus pies.

One Hit Wonder

Apártate, llegamos nosotros.
Los que te provocan un suspiro de indignación.
Sí, nosotros.
Los que los peinados que no deberían ser legales.
¡Sí, nosotros!
Los que hacen que tus hijas se babeen.
Claro, nosotros.
Los que somos mejores que los demás.
Exacto, nosotros.
Los de las canciones de mierda, esas que dicen "Oh sí, nena, oh sí. Tu amor es como un auto de carreras. Oh sí, nena, oh sí".

¿Qué?
¿Que quiénes pasaron de moda?
Ah, sí, nosotros.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

No sé qué sería de mí si no existieras.
Le agradezco a todos los dioses al que un hombre le ha rezado por el hecho de que estés presente en este mundo, de que pueda disfrutarte ahora, mañana o cuando quiera.
Porque sé que cuando te necesite vas a estar ahí, para mí.
Me acompañás cada día, y, cuando no te tengo conmigo, te extraño de una manera casi inhumana.
Es hermoso besarte en la mañana, en la tarde y en la noche.
Me das fuerzas para empezar cada nuevo día.
Y tu calor para terminarlos...
Por eso te digo:
Café, ¡gracias por existir!
La inspiración... ¿de qué depende? ¿Qué me hace sentir lleno de cosas para decir? Y algo más: ¿por qué cuando me siento para escribir me quedo en blanco? Buena pregunta.